Con el fin de hacer frente al impacto de la pandemia del COVID-19 en la educación, muchos países están tomando medidas extraordinarias. Estas incluyen: implementar o expandir las plataformas de aprendizaje a distancia (incluyendo medios tradicionales tales como la radio y la televisión); rediseñar los exámenes/evaluaciones programados; implementar medidas sanitarias extraordinarias en las escuelas (si no se encuentran cerradas); proporcionar capacitación y apoyo adicional a las y los docentes; y brindar ayuda a padres, madres y familias. Los recursos adicionales que se requieren para estas medidas pueden ser considerables para cualquier país, pero especialmente para aquellos con recursos limitados y economías frágiles. El cierre prologando de las escuelas en muchas naciones está imponiendo una fuerte carga sobre los sistemas educativos a lo largo del mundo.